jueves, 3 de septiembre de 2009

cosas de la crisis

Cuando me mudé al barrio en que vivo actualmente, empecé a frecuentar una panadería dos calles mas abajo de la mía,donde trabajaban tres personas, la propietaria y dos empleadas jovencitas; por la afluencia me parecío que el negocio iba viento en popa y debido a la circunstancia de que el hijo de la jefa es compañero de clase del mío trabamos cierta amistad.
Dos años después, dos panaderías más en el barrio y una crisis que perece que afecta a todos los comercios, han dado lugar a que donde eran dos empleadas ahora solo quede una y a que como hace unas semanas me contó la propietaria, ella misma lleve 5 meses sin cobrarse el sueldo, no obstante no quiere despedir a la empleada que le queda , tanto por considerarala una hija,como por el horario tan amplio que tienen(siete días a la semana), casi imposible de atender una sola persona.
El otro día estaba tomando café en la cafetería mas populosa y frecuentada del barrio, cuando por mera casualidad la empleada de la panadería estaba desayunando con una amiga en la mesa de al lado. La conversación discurría sobre el alto coste de la vida y de los ingresos que cada una tenían, la amiga de la panadera estaba en paro, pero eso no le impedía rajar a gusto de la empresaria-panadera por pagarle "solo" 865€ a su amiga, que era una caradura y una explotadora fueron los epítetos mas suaves que le escuché, entretanto la joven empleada que conoce perfectamente la situaión de su jefa callaba ante la arenga de la otra; yo por mi parte no acostumbro a meterme en asuntos ajenos y si no fuera porque conozco la situación de la panadería de una forma confidencial hubiera gustosamente intervenido.
No me cabe duda de la situación tan mala que atraviesa la economía mundial y española, creo conocer en gran medida los factores que nos han llevado a esta situación (sobrevaloración de un bien esencial como la vivienda, sensación de euforia económica etc), pero ha habido algo que me ha enervado en estos últimos tiempos, ese algo es a nivel de mentalidad en la sociedad, por una parte considerar a un mileurista algo así como un desgraciado; por otro lado considerar a cualquier persona que contrata a otra un empresario-capitalista-explotador,un especie de Emilio Botín. ¿Como hay que considerar entonces a mi panadera? ¿una empresaria-capitalista-explotadora por pagarle a una empleada 865€?, eso sí son 865€ más de los que ella misma cobra,¿una gilipollas por seguir intentando hacer que el negocio funcione y mantener un puesto de trabajo?,yo en particular le deseo lo mejor esperando que salga adelante y creo que el futuro depende de que haya muchas personas como ella, que a pequeña escala creen trabajo,aún a expensas de su economía, sin pretender forrarse ni dar el pelotazo, tan solo trabajar cada día.

1 comentario:

  1. ¡Que puedo añadir a lo expuesto! Lo intentaré

    El tema es muy candente y hasta peligroso de comentar en una tertulia típica.

    Recuerdo, hace eones que unos adolescentes o adultos jóvenes (según quien nos catalogara) en una mesa de un bareto con cervezas por delante hablábamos de política ... cada uno teníamos nuestras ideas: uno era comunista, otro cadete, uno más socialista, otro de “derechas de toda la vida” y hasta un anarca había. Hablábamos de política y no pasaba nada: seguíamos siendo amigos, volvíamos a encontrarnos para tomar más cervezas e intentar “ligar” con las chicas que pasaban por delante, con poco o nulo suceso. Nunca estábamos todos de acuerdo pero teníamos un denominador común: como buenos españoles puteabamos al gobierno.

    Hoy día, gracias a nuestro sistema DESedutativo creador de borregos, no puede darse un encuentro de ese tipo. Sí hablas mal del gobierno te arriesgas desde un insulto (le ha pasado a un servidor) hasta la agresión física. Todo que vaya en contra de la directriz que lanza en gobierno, es malo.

    Y el gobierno en vez de reconocer su parte de la culpa en la crisis (es curioso que los dos periodos de gobierno socialista en España acaben en horripilantes crisis económicas) busca chivos expiatorios ... y que mejor que los empresarios.

    El caso de la panadera-empresaria es un entre muchos. Aun tiene la suerte de poder pagar a esa trabajadora que considera como hija esos algo más de 800 euros. Si dicha empresaria, que adelanto aquí toda mi admiración y animo, por torcerle las cosas un poco le dice a la empleada que no puede pagarle, que no hay ingresos suficientes ... esa chica “como un hija” en manos de “asesores” rapiñeros le demandará en cantidades, despido y extinción laboral por impago y hasta alguna que otra inspección (magistratura entre otras). Así día tras día están muriéndose empresas y con ellas los puestos de trabajo.

    La chica “como una hija” volverá a desayunar en la cafetería pero en vez de callarse (la primera vez tenía que haber defendido a su jefa) puteará a la empresaria por retrazarle la nómina o no pagarle PESE A QUE LA EMPRESARIA LE ADVERTIÓ y su amiga le calentará a que denuncie ... y una empresa menos y un parásito más.
    Así nos va el país.

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